La anatomía de un sable puede dividirse en dos partes principales: la hoja y el mango. El mango consta de varios componentes, cada uno con su propio propósito.
La anatomía de un sable explicada
Hoja
El componente principal de un sable es la hoja. Un elemento distintivo de la mayoría de los sables es que la hoja está curvada. Dependiendo del tipo de sable, la hoja tiene un lado convexo y uno cóncavo o un lado convexo y uno recto. La punta de la hoja se inclina ligeramente hacia arriba y es extremadamente afilada.
El lado cóncavo o recto de la hoja es romo y se considera la parte superior de la hoja. El lado convexo del cuchillo es afilado y se utiliza para cortar y hachar.
Algunas sables, como la schiavona, o espadas con empuñadura de cesta, son rectas.
Espiga
La hoja tiene una extensión estrecha, llamada espiga. La espiga se utiliza para fijar la hoja al mango.
Guarda
Entre la hoja y el mango se encuentra la guarda, también conocida como protector de mano o de nudillos. La guarda de un sable generalmente tiene un arco que se conecta al extremo del mango y cubre los nudillos. Esta forma proporciona un empuñadura más seguro y protección adicional para la mano.
Empuñadura
Debajo de la guarda se encuentra el mango o la empuñadura del sable. Aquí es donde el usuario coloca su mano cuando utiliza el sable. La empuñadura está a menudo hecha de madera, pero a veces también de acero. Para garantizar un buen empuñadura en la empuñadura, puede estar envuelta con cuero. Algunas sables tienen un mango cubierto con latón con un patrón de anillos. Esta es otra manera de ofrecer más empuñadura en el sable.
Pomo
En el extremo de la empuñadura se encuentra el pomo. Esta es una pieza agrandada para evitar que el sable se deslice de la mano del portador. También actúa como contrapeso para la hoja.
Vaina
Sables se llevan generalmente en una vaina . A una vaina de sable a menudo se le fijan un par de anillos, que se utilizan para llevar el sable en un cinturón. Muchas sables son demasiado largas y curvadas para colgarse de un solo punto justo debajo del mango. Podrían tocar el suelo, hacer tropezar a la persona que las lleva, o ser muy difíciles de sacar de la vaina.
En el extremo de la vaina hay una pieza de metal llamada chape.
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