Descripción del producto
Este broche de pájaro franco data de mediados del siglo VI d.C. y pertenece al período merovingio. El ejemplar original estaba hecho de plata dorado con incrustación de granate rojo y fue encontrado en la tumba de una rica mujer franca en el pueblo flamenco de Witternesse en el Paso de Calais. El broche forma parte de la colección de la Condesa de Béhaigue. La réplica de este broche de pájaro, al igual que el original, mide 3,3 x 1,8 cm y está disponible en bronce de alta calidad. En la parte posterior, el broche tiene un pasador robusto con una construcción de espiral típica.En los siglos V y VI, los broches de pájaro en forma de águilas estilizadas formaban parte de la vestimenta femenina de los francos merovingios. Estas joyas, a menudo usadas en pares, eran un símbolo de estatus de las mujeres merovingias adineradas. Junto con otro par de broches para las prendas inferiores, estos cuatro broches formaban el llamado traje de cuatro broches merovingio, que en la temprana Edad Media era popular entre los francos y alamanes.
Pequeños broches con incrustaciones de granate en forma de águilas de perfil eran comunes en el siglo VI en áreas controladas por los francos merovingios. Estos broches, conocidos como la variante Vorges (llamada así por un sitio de hallazgo en Aisne, norte de Francia), datan de 520-555 d.C. y se encontraron en el norte de Francia, la región del Rin y el sur de Alemania, con algunas variantes en Inglaterra. Probablemente representaban águilas y originalmente se basaban en el águila imperial romana. Tales broches simbolizaban un vínculo con el imperio romano o la cultura romana y eran usados por mujeres de alta posición social.
Los símbolos del cuervo probablemente se asocian con inteligencia, tacto, conocimiento, magia y capacidad de previsión. Mientras que el lobo representa más la astucia, agresión y fuerza, el cuervo se asocia más con la reflexión, la agudeza y la búsqueda cuidadosa de objetivos. Ambos destacan la cultura germánica y vikinga de dos maneras diferentes. Ambos se unen en el dios Odín/Wodan cuya función es vigilar el orden cósmico.
