Descripción del producto
Este limpiador de uñas es una réplica de un original del siglo IX-X encontrado en la tumba 660 en la ciudad vikinga de Birka. Los limpiadores de uñas a menudo se llevaban junto con pinzas, punzones y cucharillas para los oídos. Además de un uso práctico, este limpiador de uñas también tiene valores decorativos y a menudo se llevaban como joya.
Las mujeres vikingas valoraban mucho las cucharillas para los oídos decoradas y los juegos de limpieza de uñas, mientras que los hombres estaban orgullosos de sus peines ornamentados. Las fuentes cristianas hablaban con asombro sobre la higiene de los vikingos, que se lavaban y mantenían limpios regularmente. Esto tenía un básico religioso: en el paganismo, a diferencia del cristianismo, uno no es perseguido por dios. Se dirigían a los dioses en momentos conscientes. Para la comunicación ritual con los dioses, era necesaria una limpieza y belleza, incluido un aspecto cuidado. En la religión, la belleza simbolizaba , mientras que la suciedad representaba el caos. Este contraste también se reflejaba en el mito de Ragnarök, el caos total. Durante Ragnarök llega el barco Naglfar, hecho de las uñas de los fallecidos. Las uñas largas y sucias se consideraban como una contribución a este caos amenazante. En Islandia, incluso estaba prohibido mirar un santuario antes de haberse lavado ritualmente.
