Descripción del producto
Este disco ornamental, con imágenes de serpientes, fue ampliamente utilizado por los alamanes durante la alta Edad Media, desde el 500 hasta el 700 después de Cristo. En el período merovingio, tales discos formaban una parte esencial del vestuario femenino dentro de la cultura alamana. El disco está hecho de bronce, con una sección central contrastante.El colgante de disco alamán tiene un diámetro de 4,8 cm. Esta pieza está inspirada en la serpiente, que desde la Edad de Bronce ha sido una figura importante en la mitología y el arte dentro del mundo germánico. La serpiente simbolizaba tanto el regreso de la vida en primavera como la muerte en invierno, y estaba estrechamente vinculada con antiguos rituales de fertilidad.
La serpiente también jugó un papel importante en los rituales funerarios, como se ve en figuras como Nidhögg, la serpiente que está conectada con el Árbol del Mundo, y la Serpiente de Midgard, que abraza al mundo. Esta criatura mitológica aparece en diferentes culturas, desde mitologías germánicas e indoeuropeas hasta el chamanismo siberiano, y simboliza un profundo significado cultural y espiritual en varias civilizaciones.
Los dragones eran la variante mítica de la serpiente y fueron incorporados en los mitos más tempranos de la humanidad moderna. Con la expansión de la humanidad, la mitología de los dragones también migró por todo el mundo. En muchos pueblos indoeuropeos, los dragones desempeñan un papel prominente en sus mitologías. En la mitología germánica y posteriormente vikinga, los dragones son vistos como monstruos completamente destructivos. Al mismo tiempo, simbolizan la bestia maligna que debe ser derrotada por un héroe. Estos dos arquetipos - el destructor y el oponente del héroe - se refuerzan mutuamente.
La cruz solar ha estado presente en el arte y la mitología desde la prehistoria y simboliza el papel central del sol en la vida diaria y espiritual. En petroglifos de Alta y en el arte de la Edad de Bronce de Bornholm, el sol se representa con rayos y posiblemente ciclos lunares. Objetos como el carro solar de Trundholm muestran al sol como una fuerza motriz, que viaja por el cielo durante el día y s por la noche a través del inframundo. En la Edad de Bronce tardía, la cruz solar también se asoció con ruedas, enfatizando al sol como una fuerza motriz y dadora de vida. Este motivo continuó asociado con el culto solar indoeuropeo y fue posteriormente adoptado por el cristianismo en la 'cruz celta'.
