Descripción del producto
Esta moneda fue acuñada entre el 9 d.C. y el 40 d.C. por Cunobelin, rey de los Trinovantes, una tribu celta que gobernó gran parte del sur de Inglaterra. Su tribu controlaba gran parte de la producción y exportación de estaño británico, que ya en tiempos de los edad de Bronce era necesario para la fabricación de estaño y bronce. Por lo tanto, los Trinovantes eran muy ricos y el rey Cunobelin mantenía buenos contactos con el Imperio Romano. Sus niños fueron educados en Roma y trajeron de vuelta mucho conocimiento e ideas innovadoras.
No obstante, esta moneda es muy celta. En el anverso hay grano, lo que hace referencia a la más primaria básico de alimentos. En el reverso hay un caballo galopando. Los celtas eran famosos por ser excelentes jinetes.
Esta moneda es una réplica de originales. Está hecha de estaño sin plomo extraído en la zona donde los Trinovantes tenían tradicionalmente sus minas.
En todas las culturas indoeuropeas, los caballos han tenido un papel importante. Hace más de 5,000 años, en la estepa Póntica-Caspia, nuestros antepasados, los pastores de la estepa indoeuropea, cultivaron el caballo. Más tarde, de esto surgió su cultura ecuestre, el caballo pasó a desempeñar un papel importante como medio de transporte, en la guerra y como ayuda en la tierra. No es de extrañar que desde temprano el caballo fuera incorporado al mundo espiritual de nuestros antepasados. Creían que el sol era arrastrado por un caballo a través del cielo y por eso asociaban al animal con la fertilidad, tanto de las personas como de la tierra. También el caballo representaba la realeza y la conexión entre la aristocracia gobernante y el territorio sobre el que gobernaban.
